Según los estudios, la actividad física regular aumenta la producción de células en el hipocampo, región del cerebro involucrada en el aprendizaje y la memoria. Entonces, el ejercicio físico ayudaría a que nuestro cerebro funcione mejor en todos los ámbitos de la vida cotidiana, actuando con agilidad e inteligencia.
Además, como ya es sabido, salir a caminar o nadar unos pocos minutos nos desetresan de los problemas que recibimos diariamente. Así, la actividad física evita que los efectos del estrés (presión sanguínea alta, ansiedad y mayor frecuencia cardíaca), desencadenen un accidente o patología de mayor gravedad.
Ratey también afirma que se puede combatir la depresión leve a moderada con la realización de ejercicios, según pudo observar en experiencias propias. Asimismo, es posible prevenir o abandonar las adicciones con ayuda de la actividad física, ya que por ejemplo, los fumadores eliminan sus ansias de fumar con sólo practicar 5 minutos de cualquier deporte.
Al parecer los ejercicios son todos útiles para evitar el retraso cognitivo, pero para eliminar la depresión y la ansiedad lo mejor son actividades de alta intensidad como correr, spinning, aerobic, artes marciales, remo, natación, basquetbol, bailar hip- hop, entre otros.
Nosotros podemos confirmar estas afirmaciones y hallazgos al experimentar desgano y aburrimiento luego de abandonar el ejercicio físico. Nada mejor que recuperar el movimiento para luego desempeñarnos hábilmente en el ámbito laboral, estudiantil y hogareño, adquiriendo mayor concentración en la actividad que debemos realizar.
El ejercicio es la cura a todos nuestros males, no nos enfermemos más y abandonemos el sedentarismo.
Buen estado físico = más inteligencia
Tener un buen estado físico no sólo implica tener una mejor situación cardiometabólica, sino que los beneficios del ejercicio se extienden a otras áreas del organismo, entre ellas, al cerebro y su funcionamiento. Tal es así que una vez más se confirma que un buen estado físico es sinónimo de mayor inteligencia.
Los jóvenes con buena forma física, no sólo tienen mejor función cardiorrespiratoria, mejor peso corporal y más funcionalidad, sino también, puntúan más alto en los test de inteligencia, según lo comprobado recientemente en una investigación sueca.
A modo práctico, quienes realizamos actividad física, podemos comprobar sus efectos en la concentración, en la memoria y en la agilidad mental. Pero esta vez, a nivel científico se sabe que el ejercicio mejora la resistencia cardiorrespiratoria y ésta, optimiza las habilidades cognitivas.
Los individuos que mejor forma física tienen puntúan más alto en los test de inteligencia, sobre todo, en los de pensamiento lógico y comprensión verbal, porque estar en forma no solo involucra el físico del individuo, sino que al tener un buen corazón y mejor capacidad pulmonar, el cerebro recibe la cantidad adecuada de oxígeno y funciona correctamente.
Asimismo, en el estudio hubo una asociación positiva entre deporte y trabajos mejor remunerados así como también, con mejor nivel educativo. Todo ésto señala que, tal como la alimentación, el ejercicio debe considerarse como un factor benéfico para todas las esferas de la vida, más allá de la salud física y la estética corporal.