14 diciembre 2010

Actividad física para ganar en memoria e inteligencia

         John Ratey, el autor de Spark: La Nueva Ciencia Revolucionaria sobre el ejercicio y el cerebro, sugiere que el ejercicio rápido e intenso aumenta la producción de una proteína cerebral denominada factor neurotrófico derivado, la cual nutre el cerebro y permite mejores conexiones entre las células cerebrales.

               Según los estudios, la actividad física regular aumenta la producción de células en el hipocampo, región del cerebro involucrada en el aprendizaje y la memoria. Entonces, el ejercicio físico ayudaría a que nuestro cerebro funcione mejor en todos los ámbitos de la vida cotidiana, actuando con agilidad e inteligencia.

                     Además, como ya es sabido, salir a caminar o nadar unos pocos minutos nos desetresan de los problemas que recibimos diariamente. Así, la actividad física evita que los efectos del estrés (presión sanguínea alta, ansiedad y mayor frecuencia cardíaca), desencadenen un accidente o patología de mayor gravedad.

                Ratey también afirma que se puede combatir la depresión leve a moderada con la realización de ejercicios, según pudo observar en experiencias propias. Asimismo, es posible prevenir o abandonar las adicciones con ayuda de la actividad física, ya que por ejemplo, los fumadores eliminan sus ansias de fumar con sólo practicar 5 minutos de cualquier deporte.

        Al parecer los ejercicios son todos útiles para evitar el retraso cognitivo, pero para eliminar la depresión y la ansiedad lo mejor son actividades de alta intensidad como correr, spinning, aerobic, artes marciales, remo, natación, basquetbol, bailar hip- hop, entre otros.

       Nosotros podemos confirmar estas afirmaciones y hallazgos al experimentar desgano y aburrimiento luego de abandonar el ejercicio físico. Nada mejor que recuperar el movimiento para luego desempeñarnos hábilmente en el ámbito laboral, estudiantil y hogareño, adquiriendo mayor concentración en la actividad que debemos realizar.

El ejercicio es la cura a todos nuestros males, no nos enfermemos más y abandonemos el sedentarismo.

        Buen estado físico = más inteligencia


           Tener un buen estado físico no sólo implica tener una mejor situación cardiometabólica, sino que los beneficios del ejercicio se extienden a otras áreas del organismo, entre ellas, al cerebro y su funcionamiento. Tal es así que una vez más se confirma que un buen estado físico es sinónimo de mayor inteligencia.

               Los jóvenes con buena forma física, no sólo tienen mejor función cardiorrespiratoria, mejor peso corporal y más funcionalidad, sino también, puntúan más alto en los test de inteligencia, según lo comprobado recientemente en una investigación sueca.

             A modo práctico, quienes realizamos actividad física, podemos comprobar sus efectos en la concentración, en la memoria y en la agilidad mental. Pero esta vez, a nivel científico se sabe que el ejercicio mejora la resistencia cardiorrespiratoria y ésta, optimiza las habilidades cognitivas.

            Los individuos que mejor forma física tienen puntúan más alto en los test de inteligencia, sobre todo, en los de pensamiento lógico y comprensión verbal, porque estar en forma no solo involucra el físico del individuo, sino que al tener un buen corazón y mejor capacidad pulmonar, el cerebro recibe la cantidad adecuada de oxígeno y funciona correctamente.

         Asimismo, en el estudio hubo una asociación positiva entre deporte y trabajos mejor remunerados así como también, con mejor nivel educativo. Todo ésto señala que, tal como la alimentación, el ejercicio debe considerarse como un factor benéfico para todas las esferas de la vida, más allá de la salud física y la estética corporal.

La práctica deportiva puede hacernos más inteligentes

      
           Con la práctica deportiva el organismo ve mejorado su aspecto, esta es una máxima que todos sabemos, y es lo que hace del deporte algo tan recomendado para el buen funcionamiento de la salud. Cuando hablamos de salud siempre solemos reparar en la física, dejando de lado otras como la mental y cerebral, y es que practicar cualquier deporte, por pequeño que sea, nos ayudara a aumentar la inteligencia de forma apreciable.

            Cuando practicamos deporte no solamente ponemos a funcionar los músculos de las piernas, los brazos, o las diferentes partes del cuerpo, sino que desencadenamos un proceso por el cual nuestro cerebro también se activa. Este procedo es el que hace que la práctica deportiva sirva para estimular el correcto funcionamiento cerebral, ayudándonos a mantener una correcta salud mental y una inteligencia a prueba de bombas.

              A la hora de practicar deporte realizamos infinidad de movimientos en los que se ven implicadas diferentes partes del cuerpo. Los músculos son los que se ocupan de que los movimientos se lleven a cabo en todo momento, y para ello es necesario que el cerebro esté al tanto de todos y cada uno de los movimientos, ya que estos se producen gracias a las instrucciones que el cerebro da a las diferentes partes del cuerpo. Este proceso es el que hace que este órgano fundamental este activo con el ejercicio e incluso mejore su estado a causa del uso que damos de él. Podríamos decir que con el deporte no entrenamos solo el grupo muscular implicado, sino también ponemos en marcha la maquinaria del cerebro.

                 Para realizar cualquier actividad física es necesario seguir una serie de pasos o consignas en las que el cerebro debe estar al tanto, desde el más sencillo gesto hasta el más complejo, todo es procesado por el cerebro, lo que le obliga a estar al tanto y no distraerse. Por esto cualquier actividad deportiva supone un estimulo para este órgano, haciendo que lo pongamos a funcionar de forma más intensa cuando practicamos deporte. Junto a esto debemos destacar el aumento del riego sanguíneo, y es que aumenta con la actividad deportiva, ya que la demanda de oxigeno es mayor por parte del organismo, algo que también afecta al cerebro, que ve algunas partes que normalmente no suele usar activadas gracias a la actividad física.

              Es importante que tengamos esto en cuenta, y es que el deporte puede ser una buena manera de hacer que nos encontremos Mucho mejor mental y físicamente, haciendo así realidad el dicho de que es necesario tener una mente sana en un cuerpo sano.

Cinco razones por las que entrenar la fuerza es ganar salud

      Entrenar para ganar fuerza no es sólo coger muchas pesas y hacer crecer los músculos. Un entrenamiento adaptado a la persona y seguido de manera continua hará que mejore la fuerza y se consigan colateralmente muchos beneficios saludables, veamos algunos:
-Se mejora el sistema cardiovascular: además de hacer que la sangre fluya de un lado a otro de nuestros músculos, limpiandose el sistema cardiovascular, el trabajo de fuerza acelera el metabolismo, que se mantiene activo hasta dos horas después de haber entrenado, lo que significa quemas más grasa y mejorar los nieveles de triglicéridos y colesterol en sangre.
-Se mejora la postura: sin un entrenamiento de fuerza, hay músculos posturales que dejamos de utilizar y pierden tono, lo que se traduce en una peor postura y aparición de dolores por pinzamientos nerviosos o sobrecarga de otros músculos.
-Es bueno para los diabéticos: el trabajo de fuerza utiliza sobre todo el metabolismo anaeróbico láctico, es decir, la quema de azúcares para la obtención de energía. El trabajo adaptado y bien planificado de fuerza para un diabético supone no depender tanto de fármacos y tener más controlados sus niveles de azúcar en sangre.
-Previene lesiones músculo-esqueléticas: los ejercicios de fuerzan mejoran la densidad ósea, disminuyendo el riesgo de fractura. También las articulacioens se ven beneficiadas al estar más protegias por músculos más fuertes, siendo menos propensas a las lesiones.
-Ayuda a prevenir el sobrepeso: crear más músculo significa gastar más calorías al día para moverlos. Esto día tras día supone un gasto calórico importante que revierte en la prevención de la obesidad.

Toda planificación saludable del ejercicio debe contener un programa de entrenamiento de fuerza, que junto con la resistencia y flexibilidad harán que se gane mucho en salud y calidad de vida

El problema del colesterol malo o LDL

             El colesterol podríamos decir que no es ni bueno ni malo, sino necesario para el organismo. Es el encargado de sintetizar algunas moléculas como hormonas y ayuda a mantener la estructura celular. El problema es cuando los niveles de LDL o colesterol de baja densidad son altos, ya que hay riegos de que se forme una placa de ateroma.A su vez aumenta el riesgo de padecer arterioesclerosis,causando un  estrechamiento de las arterias que puede progresar hasta la oclusión del vaso impidiendo el flujo de la sangre por la arteria así afectada.
            
             Tanto LDL como HDL, colesterol malo y bueno respectivamente, circulan por el torrente sanguíneo haciendo su función. En el momento en que el LDL se eleva todo son problemas, se acumula en las paredes de las arterias y esto alerta al sistema de defensa, que lo trata como invasor y lo fagocita dando lugar a una respuesta inflamatoria.
         Es esta inflamación la que provoca un estrechamiento de la luz de la arteria, y a partir de aquí las paredes se pueden hacer más rígidas, pasa menos sangre por latido y hay mayor riesgo de que se forme un trombo y se desprenda al torrente sanguíneo.
        De ahí también la importancia del colesterol bueno o HDL, es el encargado de ir retirando el colesterol LDL de la pared arterial y evitar que se acumule. Mantener los valores adecuados de colesterol no es ninguna tontería, sino este mecanismo se descompensa y es cuando se desarrolla el inicio de la placa de ateroma.
       La genética tiene parte de culpa en que el colesterol pueda acumularse en las paredes, pero nosotros podemos hacer mucho si tenemos una alimentación baja en grasas saturadas y hacemos ejercicio físico, ambos factores hacen que el LDL baje y el HDL aumente, mejorando la salud vascular.
     

31 octubre 2010

El esguince de tobillo; tratamiento(3)

Tratamiento primario: encaminado a proteger la articulación y reducir la inflamación. Es el famoso RICE: Reposo, Ice (hielo), Compresión y Elevación. Son acciones simples y efectivas que se suelen aplicar en todo tipo de esguince, excepto en los graves o en los que se quiere una rápida recuperación.
 -Reposo: es imprescindible para la recuperación, sobre todo en las primeras 24-48 horas. Con el reposo evitaremos empeorar la lesión. En los casos leves o en los días posteriores se suele optar por reposo relativo con una carga parcial (apollar pie levemente utilizando muletas) .

-Hielo: el hielo ejerce una acción antiinflamatoria que reduce el hinchazón. Se debe aplicar durante los primeros dos días, cada 2 horas durante unos 15 minutos. Cuidad con la aplicación directa de hielo, puede ocasionar quemaduras por frío, es conveniente poner un tejido entre medias.

-Compresión: el vendaje compresivo protegerá el ligamento al limitar el movimiento de la articulación y reducirá la inflamación. Suele utilizarse un vendaje elástico evitando compresión excesiva. No es recomendable seguir con el vendaje después de los primeros dos días.

-Elevación: por encima del nivel del corazón y mientra se aplica hielo. Es conveniente realizar la elevación en las primeras horas después de la lesión. Esto reducirá la inflamación.

Tratamiento fisioterápico:
 -Movilización temprana: se aumenta de manera paulatina el rango de movimiento sin llegar al umbral del dolor.

-Baños de contraste: ayuda a disminuir la inflamación junto con la aplicación de hielo.

-Masajes: bien realizados por un profesional son útiles para reducir la inflamación. Este masaje para drenar la articulación suele utilizare junto con otras técnicas como son los ultrasonidos.

-Fortalecimiento muscular: tras el reposo los músculos quedan debilitados. El objetivo es fortalecer los músculos implicados en la articulación lesionada para aumentar la resistencia a futuros movimientos lesivos.

En una fase posterior cuando digamos ya se han “curado” los ligamentos se procede a la estabilización del tobillo y reeducación. En esta fase se incluyen movimiento y ejercicios técnicos que preparan para un retorno progresivo a la actividad normal.

El esguince de tobillo; causas, síntomas y prevención (2)

Causas: normalmente el esguince de tobillo es una lesión que se produce de manera fortuita por un mal movimiento o un accidente a la hora de hacer la pisada en el suelo. La esencia del esguince de tobillo es el estiramiento del ligamento por encima de su límite de elasticidad, lo que provoca su distensión, desgarro o rotura, según la violencia con la que se sobrepase ese límite.
Factores como un calzado inadecuado con suela alta o poco ajustado, terreno irregular, debilidad de los grupos musculares protectores de la articulación o fatiga pueden propiciar la aparición del esguince de tobillo.
Síntomas: suelen ser inconfundibles, el propio movimiento de torcedura de tobillo al lesionarnos y la posterior posición de dolor y protección son los primeros síntomas. A nivel de diagnóstico los síntomas son:
 -Dolor intenso de la articulación con la consecuente limitación funcional, no poder apoyar el pie, andar o no poder hacer ligeros movimientos. A más grave la lesión más dolor e imposibilidad funcional conllevará.

 -Inflamación de la zona afectada: suele ser lo más llamativo de esta lesión. Tal hinchazón no conlleva deformidad o desplazamiento de partes óseas de la articulación, es lo que diferencia el esguince de una luxación o fractura.

 -Aparición de hematomas: es menos frecuente pero se suele dar en los casos en los que se rompe algún vaso sanguíneo. Este hematoma puede desplazarse y extenderse a otras zonas del pie a causa del movimiento de los efluidos de la lesión por el tejido conectivo. Por eso es normal que el primer día el hematoma ocupe sólo la zona lesionada y a los 2-4 días se haya extendido por parte del pie. También el color irá cambiando de morado a tonos más amarillos y verdosos conforme el hematoma vaya desapareciendo.

-Calor local: la zona lesionada está caliente como consecuencia de la inflamación y la mayor afluencia de sangre a la zona.

-Alteración de la sensibilidad localizada en la zona del ligamento lesionado.

Prevención: sin duda el mejor tratamiento para una lesión es la prevención, y en el caso del esguince de tobillo hay dos factores fundamentales para la prevención:
         -Un buen calentamiento: que incluya movilización de la zona y ligeros estiramientos para   dar algo de laxitud al ligamento y desentumecerlo antes de realizar práctica deportiva. Recuerda que el calentamiento debe ser progresivo en intensidad y dificultad.

   -Propiocepción: los propioceptores son receptores sensoriales situados en las articulaciones que nos dan información sobre la posición y velocidad de movimiento de dicha articulación. El entrenamiento propioceptivo permite dotar a nuestro organismo de información sobre cambios de posición y cambios bioquímicos a nivel muscular, lo que desarrolla mecanismos de defensa frente a lesiones (reflejos musculares que protegen la elongación excesiva de los ligamentos).

Si ya has sufrido el esguince otros métodos para prevenir y evitar que se reproduzca la lesión son el uso de una ortesis adecuada por el tobillo (esto es cuestión de tu médico o fisioterapeuta), un buen taping o vendaje funcional.

El esguince de tobillo;qué es y tipos según gravedad (1)





   ¿Qué deportista que se precie no ha sufrido alguna vez un esguince? El esguince es la lesión más frecuente en el mundo del deporte, y cuando hablamos de esguince no sólo nos referimos al de tobillo, sino también de muñeca, rodilla y en general cualquier articulación que vea implicada un daño en sus ligamentos. En este caso nos centraremos en el de tobillo, que suele ser el más usual.
El esguince es un daño estructural parcial de un ligamento que no llega a romperse. Las causas de ese daño suelen ser varias, pero la más frecuente es sobrepasar el límite de movimiento articular, lo que hace tensar en exceso ese ligamento, desgarrándolo o distendiéndolo más de lo normal.
Según la gravedad de la lesión del ligamento hay varios tipos de esguinces, que conllevarán una disminución funcional mayor o menos de la articulación afectada:


Esguince de Grado I: se producen por el sobreestiramiento del ligamento, lo que provoca una ligera hinchazón. No hay laxitud articular asociada. El ligamento sólo sufre una distención y si se llegara a producir desgarro no afecta a más del 5% del ligamento. El tiempo de recuperación es corto, dependiendo de la actividad de la persona afectada, pero suele oscilar entre 10-20 días.

Esguince de Grado II: en este grado el ligamento ya sufre desgarro o ruptura parcial. La hinchazón en la zona es instantánea y dolorosa al tacto, y pueden afectarse también estructuras anejas como la cápsula articular, lo que desemboca en derrame y amoratado de la zona. La inestabilidad articular es leve, pero se ve afectada. El tiempo de recuperación es lógicamente mayor y suele oscilar de 20 a 40 días, ya que la cantidad de tejido afectado es mayor.


Esguince de grado III: aqui se encuandran las lesiones más graves de los ligamentos, las roturas. Si en este grado se considera diagnóstico de esguince va a ser por el no tratamiento quirúrgico. El dolor es muy intenso y la laxitud articular manifiesta. Debido al tiempo de cicatrización del ligamento el tiempo para recuperarse de este tipo de esguinces es de unas 8 semanas (50-60 días).